¡Oh! gloriosísimo San Miguel Arcángel,
Príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales,
Custodio y defensor de las almas,
Guarda de los hijos de Dios
Vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus
infernales
Humildemente te rogamos nos liberes de todo mal
A los que a ti recurrimos con confianza y fe
Para que en el nombre de Dios nos liberes de toda envidia
De todo enemigo, de toda maldad en la tierra.
Que tu favor nos ampare,
Tu fortaleza nos defienda y que mediante tu incomparable
protección
Seamos buenos hijos de Dios.
Que tu virtud nos proporcione aliento y fortaleza cada día
de nuestra vida,
Especialmente en el trance de la muerte
Para que defendidos por tu poder del infernal dragón
Y de todas sus acechanzas salgamos victoriosos
Y seamos dignos hijos de Dios nuestro amado PADRE CELESTIAL
Y cuando nos vayamos de este mundo, seamos presentados por
ti
Libres de toda culpa ante la DIVINA MAJESTAD DE DIOS
PADRE...
Amén
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Confio en ti San Miguel Arcángel .
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