¡Oh
Padre amantísimo de los necesitados, que tanto trabajaste para asegurar
a los hombres la felicidad definitiva y atrer de continuo sobre ellos,
toda clase de benificios del cielo! Dignate fijar complaciente las
miradas de este indigno siervo tuyo, que se gloria de contarse en el
número de tus más fieles devotos.
Soy muy desgraciado Santo mio, y
sin tu proteccion y amparo ¿que podré conseguir de beneficioso para mi
porvenir? Ayúdame pues,tú, que tanto puedes, con tu intercesión en todos
los apuros trances de mi existencia, y particularmente en esta ocasión
en que vengo a solicitar tu patrocinio, a fin de que me obtengas de la
misericordia de Dios, la gracia especial de…
¡Ah! entre los miles de
personas que a ti acuden y con los cuales haces gala de tu influencia
¿voy hacer yo quien salga defraudado en mis esperanzas? No, mi bendito
Santo, no sea así; óyeme y negocia ante tu dulce Jesús en favor mio y
yo, agradecido a tus bondades, cantaré gustosamente tu gloria y la
gloria de Dios en esta vida y en la vida de la eternidad.
AMÉN.
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