Si esta oración se medita bien y se reza mejor,
comprenderemos que nos abandonamos totalmente en sus brazos, ante la
imposibilidad por nuestra parte de alcanzar lo que no está en nuestras manos.
Padre: dame la serenidad para
aceptar lo que no puedo cambiar, el valor para cambiar lo que puede y debe ser
cambiado, y la sabiduría para saber distinguir lo uno de lo otro
SUSCRIBETE AHORA
PARA RECIBIR CADA DIA LAS ORACIONES MAS PODEROSAS

No hay comentarios