Poderoso mi señor, no me reprendas en Tu furor y no me escarmientes en
Tu cólera. Ten piedad de mí porque soy débil; cúrame porque mis huesos están
quebrados.
Ni las medicinas me hacen efecto, ni los remedios causan curación;
es Tu palabra todopoderosa.
Oh Señor, cúrame y estaré salvado. Amén.
Señor, padezco un terrible dolor, da a mi plegaria una
respuesta que alivie mis males. Repaso ante tí todos los años de mi vida en la
amargura de mi corazón. Temo morir, porque todavía no estoy preparado.
Acuérdate de mí Señor. No te vengues de mis pecados y no recuerdes mis faltas.
Señor ten piedad de mí; acude a mí antes de que muera.
En el Nombre de Jesús que curo tantos Enfermos Amén.

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