Amadisimo padre Jesús El amor, amados míos,
es el amor.
Así es que aún es tiempo amados míos de que hagan florecer el amor en sus corazones y de que, de verdad, aprendan a amarse, a respetarse, a cuidarse, a valorar sus cuerpos, a alimentar sus almas, a entender que lo más importante son cada uno de ustedes.
Si logran ver que deben amarse a ustedes mismos, si logran entender que al amarse a ustedes mismos están amando a Dios que habita en cada uno de ustedes, en ese momento habrán desarrollado niveles de tolerancia, de comprensión, de humildad y de sabiduría tan grandes, que van a poder permitir que esa nueva energía, la energía del cambio, la energía de la llamada Nueva Era; pueda manifestarse en armonía, en su interior y en su exterior.
Así es que aún es tiempo amados míos de que hagan florecer el amor en sus corazones y de que, de verdad, aprendan a amarse, a respetarse, a cuidarse, a valorar sus cuerpos, a alimentar sus almas, a entender que lo más importante son cada uno de ustedes.
Si logran ver que deben amarse a ustedes mismos, si logran entender que al amarse a ustedes mismos están amando a Dios que habita en cada uno de ustedes, en ese momento habrán desarrollado niveles de tolerancia, de comprensión, de humildad y de sabiduría tan grandes, que van a poder permitir que esa nueva energía, la energía del cambio, la energía de la llamada Nueva Era; pueda manifestarse en armonía, en su interior y en su exterior.
Y aunque no lo puedan
ver, aunque no lo quieran creer y aunque no lo logren aceptar, el amor es la
única herramienta capaz de sostenerlos y mantenerlos en equilibrio durante este
trascendental salto cuántico que le ha tocado vivir a la Humanidad.
El amor, una palabra
que ustedes usan con mucha facilidad y que de alguna manera desvalorizan porque
no le dan la importancia, porque no le dan la relevancia, porque no logran
comprender el poder de su energía. El amor lo es todo, amados míos, el amor es
la salvación.
Así es que Yo, el
Arcángel Gabriel, en este momento los invito a conectar con sus corazones y a
pedirles que se amen a ustedes mismos, que aprendan a sembrar semillas de amor
en ustedes mismos.
Sólo aprendiendo a amarse, sólo aprendiendo a respetarse van
a poder aprender a amar y respetar a los demás. Sólo sembrando estas semillas
de amor en sus corazones, cuidándolas y protegiéndolas para que florezcan
fuertemente, van a poder contar con la energía suficiente y necesaria para
llevar a cabo este salto cuántico con absoluta fluidez
Yo, el Arcángel
Gabriel, los he amado, los amo y los amaré infinitamente
Yo, el Arcángel
Gabriel, los he amado, los amo y los amaré infinitamente.en el Nombre de Jesús de Nazaret .

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